miércoles, 14 de abril de 2010

Taller de Narrativa

INDIO


Había más gente de lo común en casa, yo estaba en mi habitación, solo escuchando los murmullos de mis familiares, principalmente mi mamá que hablaba con mis abuelos.
Yo no tenia hambre, como de costumbre mi comida estaba impecable en mi plato rojo.
El aburrimiento me mataba, el desgano y la falta de ejercicio tal vez, me hacian sentirme desganado, estaba encerrado entre cuatro paredes y por momentos sentia claustrofobia.
A mamá la escuchaba en la cocina preparndo la comida, solo lo sabía por el ruido de las ollas.
Un día todo cambio, ya que mamá me  subio a mi y  a mi hermano al auto, comenzamos un largo recorrido, yo nunca habia salido de me barrio, así que me parecio el trayecto más hermoso jamás hecho, si admito que tenía mucha sed, pero mamá no lo noto, me entristecio mucho, igual me relamía de la sed a al ver que ella le cebaba mate a papá.
En el camino vi un comion con varias vacas que sobrepasaron nuestro auto, cuando volvi la mirada hacia mis padres note lo mucho que se amaban.
De golpe el auto frenó, Jmi hermano y yo nos fuimos para adelante... tranquilos... no chocamos solo paramos en una estacion de servicio, creo que papá quería ir al baño yo no queria ir al baño ya que mate no habia tomado pero mamá practicamente me obligó, yo solo tenía sed.
En el auto observe a mi hermano me tome unos minutos para observar a mi hermano menor, que tipo tan raro!!! su cabello largo, tan largo que no podía ver su mirada, luego observe el paisaje tratando de colmar mi sed, de golpe y sin razón alguna mi hermano empezó a tirarle y arrancarle los pelos a su muñequita, mis padres trataron de calmarlo pero no lo lograron.
Cuando llegamos a destino, mi mamá nos sirvio la camida y al fin ...agua!!!!!, esa noche dormimos en un lavadero, en un caluroso dia de verano, yo ya tenía agua, así que el calor pasaba desapercibido, abrace a mi hermano ya que el tenia mucho miedo, debo confesar que por momentos yo también.
Transcurrida la noche desperte y vi un jardín hermoso con mi hermano corriendo en el.
Los días fueron pasando como mi clautrofobia y sed, por las tardes mamá me dejaba salir a jugar con mis nuevos amigos de la cuadra , amigos como los que nunca hubiera imaginado ni  soñado e imaginado.
Una noche mamá me arrimo su plato con comida , yo la mire extrañado y de golpe mi gran ocicote no dejo ni un resto de comida.
Los días pasaron, mi hermanito se empezo a independizar de mi y de mamá ya que ella lo sobreprotegía pensando que el posiblemente tenía algun sindrome de menor grado, el,  sin embargo, empezo a compartir ratos con mis amigos, formamos una gran pandilla, eramos los de la cuadra, corriamos, íbamos y veníamos, hasta inclusive nos tomamos el atrevimiento de controlar nuestra cuadra, nadie podía pasar con exceso de velocidad, ni en auto, ni en cuatriciclo ni en moto, éramos bastantes estrictos inclusive a mas de uno le dimos una lección con los que pasaban en bici nos fuimos haciendo amigos y trotábamos con ellos hasta la siguiente cuadra y ya no mas ya que pertenecía a la otra pandilla, que también eran nuestros amigos pero les correspondía el trabajo a ellos.
Con mamá y papá caminabamos casi todos los días por la playa, estabamos en armonía y en una felicidad absoluta.
Yo vivía cada segundo a segundo mi vida, inclusive salía a correr, mi cuerpo se fue fortaleciendo, me sentía libre como el aire y la arena de los médanos, a propósito mi nombre es Indio, el nombre que escucho cuando me alejo de mamá ya que ahora me suelta la correa y me deja libre yo siempre vuelvo a ella porque la amo .
Hoy mis pies rasgan la arena de la playa  hoy soy un perro feliz



TAZA DE TE
Papel en blanco y mi mente también...
Estoy sentada frente a una dulce taza y plato de té tan minúsculas que me producen ternura.
Me recuerda a mi infancia , a mis abuelos, principalmente a una de ellas "Adelina" ella siempre tan coqueta, así la recuerdo.
En esta pequeña vajilla hay algo especial, une a varias mujeres que escriben de ella, pues es un ejercicio de taller narrativo y literario y nos encontramos escribiendo alrededor de una amplia mesa entre galletitas  mate y te.
Esta miniatura ( vajilla miniatura) es la estrella y protagonista de la tarde del Teatro de la Torre, que nos reunió esta tarde, aquí en Pinamar, con mujeres divertidas, alegres... tan alegres como la alegría que esta vajilla habrá brindado a algún grupo de niñas en sus juegos de ser mujeres.
Se me viene a la mente una melodía hermosa con sonidos agudos y espaciados, con trasfondos de risas y carcajadas de niñas jugando a tomar el té.
Me encuentro en una suma tranquilidad, escribiendo en mi cuadernito, lejos de la televisión, la radio lejos de los ruidos y mi mente centrada aquí en mi paz.
Es como estar en una película en la que todas las mujeres tejian juntas y cada una contaba sus historias de vida, esto es algo similar, escribimos, charlamos un poco de nuestras vidas, yo soy mas bien reservada y escucho.
Hoy yo soy nueva aquí, en este taller, tal vez no sabía con quien, porque y a que venía, pero me gusta esta idea de estar aquí y ahora.
Hoy la consigna es la taza de té, mañana tal vez, no lo sé...
Esta miniatura de vajilla está sobre una pana verde que me produce delicadeza, suavidad,paz, a propósito es de color verde y me hace recordar a nuestros bosques, pinos, cotorras, y paisajes hermosos y la taza de té tan minúscula pero a la vez tan  agradable, hermosa y chiquita   como la grandeza de estar cerca del mar y la arena cerca de la libertad de Pinamar, hoy mi lugar, mi paz, y mi gran amor.
Aquí y ahora